¿Es bueno crujirse la espalda?

¿Es bueno crujirse la espalda?

¿Es bueno crujirse la espalda?

porque truenan los huesos de la espalda

Cuando sentimos algún tipo de tensión o incomodidad, muchas veces de manera inconsciente tendemos a curvar la espalda en una posición poco natural. Esto es lo que comúnmente se conoce como crujir la espalda. Para muchos el sonido que acompaña a este movimiento es sinónimo de estar corrigiendo la posición de las vértebras.

Lo cierto es que el chasquido que escuchas y la sensación de mejoría inmediata que experimentas puede no ser tan beneficioso como crees. El crujir la espalda es peligroso si lo haces un hábito cada vez que pasas mucho tiempo sentado o en una misma postura. A continuación evaluaremos por qué.

¿Qué sucede cuando crujimos la espalda?

Para entender qué sucede cuando crujimos la espalda, primero debemos recordar la fisonomía de la espalda y las vértebras.

Las vértebras son discos que estructuran la columna vertebral. Está dividida en cuatro partes: siete vértebras cervicales, doce vértebras torácicas o vértebras dorsales, cinco vértebras lumbares inferiores, y tres a cinco vértebras soldadas al cóccix.

Los huesos de las vértebras están unidos por articulaciones que permiten el movimiento suave en el punto de conexión entre los huesos. Las articulaciones de las vértebras son cartilaginosas y tienen la característica de tener un movimiento limitado, a diferencia de las articulaciones sinoviales.

La asunción más común entre los expertos es que, cada vez que crujimos la espalda, estos discos se desplazan de su posición natural. El sonido que escuchamos se debe a la formación de burbujas de gases como el nitrógeno y el dióxido de carbono en el líquido sinovial. Estas burbujas se forman en el líquido sinovial justamente por la presión externa que generamos en las articulaciones de la columna vertebral cuando crujimos la espalda.

Esta implosión es la muestra de que el movimiento que estamos realizando es una hipermovilidad de las vértebras. Es decir, estamos dándoles a las vértebras un movimiento que no es propio de su función y estructura.

Entonces, ¿crujir la espalda es bueno o malo?

Una creencia generalizada es que crujir los huesos, en general, puede provocar artritis a largo plazo. Aún hoy no hay ningún estudio que conecte estos dos fenómenos.

Sin embargo, esto no significa que ejercer una presión innecesaria en las articulaciones sea una buena práctica. Si nos crujimos la espalda con regularidad entonces ejercemos presión sobre los ligamentos, tendones y otros tejidos blandos que forman las articulaciones.

Como resultado de esta presión hay un desgaste en estas estructuras que provoca dolor y problemas en la columna a largo plazo.

Si eres de las personas que se cruje la espalda, sabes que sientes menos molestia después de escuchar el chasquido de las vértebras. Esto se debe a que al aumentar el movimiento de la columna hay una sensación de alivio temporal.

Si sientes la necesidad de crujir la espalda de forma repetida durante el día, entonces deberías plantearte acudir a una terapia física para tratar el origen del dolor. El correcto tratamiento y la higiene postural se pueden conseguir con rehabilitación en la espalda y prácticas guiadas profesionales.

Cuando crujir la espalda se vuelve un hábito, justamente por esa sensación de alivio, entonces es cuando las vértebras están cada vez más expuestas a lesiones innecesarias. Cuanto más reiterado sea este movimiento, menor será la sensación de satisfacción con el paso del tiempo. Por eso si el alivio del dolor se trata con una terapia física, entonces se garantiza que el dolor no vuelva a aparecer.

Así, sin ayuda de un profesional, crujir la espalda tiene consecuencias a largo plazo. Primero, porque no se está tratando el foco del dolor sino simplemente ampliando la movilidad de las vértebras. Segundo, porque esta práctica presiona y genera movimientos innecesarios en los tejidos blandos.

Los tratamientos de fisioterapia y osteopatía pueden ayudarte no solo con masajes, sino también con ejercicios que puedes practicar después de estar muchas horas sentado o en una determinada postura. Además, sabrás qué hacer cuando el dolor aparezca de nuevo y podrás seguir un tratamiento preventivo.

Los ejercicios se centrarán en fortalecer el área afectada y los tratamientos pueden ser tanto por baños de diferentes temperaturas (hidroterapia) o con electroterapia.

Dentro de las prácticas de la osteopatía se encuentra el “crujir la espalda” como una forma de movilización, manipulación y ajuste articular. Esta técnica, cuando la realiza un profesional, está orientada a una zona específica en la que el médico detecta un problema sobre los tejidos blandos.

En conclusión, crujir la espalda de forma esporádica no es nada grave, pero hacerlo de manera habitual como único método para aliviar el dolor reiterado de espalda puede ocasionar lesiones y problemas a largo plazo.

This post was last modified on Tháng mười một 20, 2024 12:09 sáng